DICTAMEN SOBRE DIOS

Reseña bibliográfica:
Dictamen sobre Dios
   Si no existiese el concepto de Dios ¿lo inventaríamos? ¿sería necesario? ¿Es inteligente a estas alturas ser religioso?
  El autor hace un recorrido por las religiones en general y la teología cristiana en particular para explicar cómo funcionan en su círculo. Un mundo  que aunque se prentedía hacerlo universal y excluyente (Fuera de la iglesia no hay salvación, es un lema que prácticamente todas repiten) ha ido chocando, produciendo horrendas fricciones con el mundo profano. El círculo de la ciencia. En uno reina Dios, y la religión.  Verdades subjetivas compartidas por un grupo que da una visión  del universo. Por ese motivo hay tantas religiones. Responden a una visión intimista del sujeto. En el mundo de la ciencia reina solo lo medible y cuantificable.  Sólo se verifica y da por cierto, o mejor dicho como no falso,  lo único que es constatable por el conocimiento. En el mundo profano impera sólo la razón y su lenguaje. Por este motivo un físico nuclear de EEUU puede entender perfectamente a otro situado en las antípodas. No ocurre del mismo modo con las religiones. Como muestra, un botón,  dentro del cristianismo, para no irnos muy lejos hay diferentes iglesias: los coptos, anabistas, protestantes, luteranos, ortodoxos…



   Todas las religiones surgieron con tres funciones: explicar el mundo, ordenar a la sociedad y la salvación. Y conforme el mundo de la ciencia ha engrosado ha disminuido el de la religión que se ha recluido en el aspecto de la salvación. Para explicar el mundo, funciona mejor la ciencia y para ordenar la sociedad, la moral que predican las religiones poco a poco debe ir superándose creándose un tercer circulo: el de la ética. Un círculo donde se promulguen normas para cumplir todos, con independencia del círculo en el que se mueva cada uno. Es algo aunque lento al que tarde o temprano  convergerán todas las religiones, produciendo como dice el autor, las religiones de segunda generación y así hacer desaparecer una visión no poco común de mucha gente que percibe a las religiones y sus interpretaciones como un peligro más que una solución.  Por ejemplo, la declaración de los derechos humanos debe de ser algo transversal a cualquier religión. Inherente al ser humano. Cuesta creer  que  muchas pusieran reparos al principio (la católica y la musulmana entre ellas)  y algunas (no diré cual) hasta hace bien poco. Después cada religión deberá ir adaptando sus principios a los de la ética. Donde la moral como conjunto de normas de una sociedad amalgamada por la religión deberá supeditarse al de la ética.
   Las fricciones entre los dos círculos, el religioso y el profano han sido el origen de no pocas guerras, aunque también es cierto que ha habido intentos de comunicación entre ambos. Desde la secularización (del religioso al profano), como el de intentar demostrar científicamente la existencia de Dios (del científico al religioso), en cualquier caso la superación de esa dicotomía debe de ser la ética estableciendo un marco común para el que coexistan armónicamente ambas concepciones. Donde las verdades subjetivas nunca podrán imponerse a las verdades públicas.
No sé si es inteligente o no ser religioso, lo que sí es, como afirma el autor, es que existen modos y maneras de ser religioso de manera inteligente. Y yo añadiría, muy importante siempre rehuir de cualquier fanatismo y apelar siempre a la libertad de conciencia que no es hacer lo que me de la gana si no hacer lo que se debe de hacer.

Ficha Técnica:

Título: Dictamen sobre Dios
Autor: José Antonio Marina
Género: Ensayo
Páginas:  275
Editorial: Anagrama. Colección argumentos.
Primera edición: diciembre 2001.

ISBN: 84-339-6165-9

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